Los rectores de las Universidades Industrial de Santander, Jaime Alberto Camacho Pico (izquierda) y Cooperativa de Colombia, seccional Bucaramanga, Alfonso Prieto García (derecha)
Colaboración enviada por el docente universitario, Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de historia de Santandeer.
Colaboración enviada por el docente universitario, Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de historia de Santandeer.
El 20 de julio de 1910, el gobernador de Santander —Antonio Barrera— presidió en Bucaramanga los actos conmemorativos del primer centenario de la independencia nacional. Estuvo acompañado por un brillante grupo de secretarios de su gabinete departamental: Manuel Enrique Puyana y Emilio Pradilla en Gobierno, Rafael Quijano Gómez en la Dirección de la Instrucción Pública, Marcos Cadena y Félix Consuegra en Hacienda, Simón S. Harker y Daniel Martínez en la Tesorería. Tres de ellos integraron el primer Centro de Historia de Santander.
Las acciones conmemorativas comenzaron con el traslado de los restos óseos de los combatientes del campo de Palonegro al cementerio central. Una caravana de carros fúnebres tirados por caballos, escoltados por guardias de honor, se encargó de esta tarea. Los dos oradores del acto final, el general José María Ruiz y Emilio Pradilla, llamaron a la concordia bipartidista e insistieron en la insensatez de las guerras civiles. El joven poeta Carlos Torres leyó ante la concurrencia su Himno a la Paz, una composición de su autoría.
Las conmemoraciones en los colegios de la ciudad comenzaron desde el día 15 de julio. En el patio del Colegio de la Presentación fue puesta en escena una obra en tres actos titulada Recuerdos de la Patria y en la capilla del Colegio de San Pedro Claver pronunció un elocuente discurso patriótico el sacerdote jesuita Pinilla. Las ocho escuelas públicas se concentraron en el parque del Centenario para entonar cantos patrióticos, realizar ejercicios gimnásticos y recibir un recuerdo del centenario. El acto lírico-literario de los estudiantes fue puesto en escena en el patio del Colegio de San Pedro.
El 18 de julio, en el Parque de Romero, fue descubierto el obelisco de piedra que honra hasta hoy la memoria de los dos párrocos que más hicieron por Bucaramanga durante el primer siglo republicano: Juan Eloy Valenzuela (1786-1834) y Francisco Romero (1865-1874). Esa noche fue puesto en escena el acto lírico-literario ofrecido conjuntamente por la Escuela Normal de Institutoras y la Sociedad Pedagógica. El 19 de julio, un desfile ciudadano colocó una lápida de mármol conmemorativa en la casa donde nació Custodio García Rovira. En la tarde se abrió la exposición industrial y artística en el local del Centro de Industriales y Obreros, llevando la palabra Jaime Barrera Parra. En la noche desfiló el Regimiento Ricaurte por las principales calles, iluminadas por la Compañía Eléctrica con multitud de focos. Al filo de la medianoche sonaron al unísono las campanas, las sirenas, los cañones y los cohetes para anunciar el nacimiento del día del centenario.
El 20 de julio fueron izadas las banderas nacionales en todas las residencias del municipio. Una misa solemne fue oficiada en San Laureano a las 8 de la mañana. El desfile cívico, encabezado por una cabalgata y cuatro carros alegóricos, recorrió la calle 35 desde la plaza García Rovira hasta el parque del Centenario, donde la colonia siria regaló un kiosko para las retretas de la banda departamental, que en ese entonces dirigía el maestro Villalobos. En la noche, se ofreció en el Club del Comercio una fiesta lírica y literaria. Durante los cuatro días siguientes se realizaron los regocijos públicos: corridas de toros, juegos pirotécnicos y verbenas populares.
En su alocución central del 20 de julio de 1910, el gobernador comenzó diciendo que esta conmemoración era “impuesta por el decoro nacional” y que nada podría dispensar la ausencia del Departamento “en una fiesta en que con inusitada espontaneidad debe subir de todos los pechos colombianos un cántico de alegría y de gratitud”, pues se trataba del “punto de partida de nuestra transformación política”. Convocó a todos los santandereanos a la paz para que los caudillos posteriores del pueblo colombiano fuesen los que “en el campo del trabajo y de la industria claven los primeros la bandera de la concordia auténtica”.
Cien años después de esta decorosa conmemoración centenaria en todo el Departamento de Santander, nos aproximamos al 20 de julio de 2010, día de la conmemoración bicentenaria de la independencia nacional. Le corresponde a otro gobernador —Horacio Serpa Uribe— presidir en Bucaramanga los actos conmemorativos. Esta vez estará acompañado por su gabinete departamental, la Academia de Historia, las universidades del área metropolitana y la Cámara de Comercio de Bucaramanga. Como hace cien años, las acciones conmemorativas, sean estatales o ciudadanas, necesitan una junta coordinadora y una plataforma general de todas ellas. Esas acciones comprenden obras públicas y dotación de espacios, labores de ornato de los municipios, edición de textos históricos, instalación de monumentos, actos públicos solemnes, representaciones artísticas y teatrales, así como llamamientos a la unidad de la nación colombiana. Tal como afirmó el congreso de los diputados mexicanos al aprobar su ley de conmemoraciones del 2010, “es una equivocación política dejar pasar desapercibida la conmemoración bicentenaria, pues ella da pie a que el espíritu patrio una voluntades, forme una nueva conciencia nacional, se nutra con los valores de la historia, abreve en los ejemplos de los hombres que han construido el andamiaje social, económico, cultural y político del país”.
Es por ello que, desde la iniciativa ciudadana, los abajo firmantes convocamos a todos los ciudadanos de Santander, y a sus entidades asociativas e institucionales, a proponer y ejecutar acciones conmemorativas del Bicentenario de la independencia nacional en todos los municipios y entidades del Departamento. La gesta de construcción de la nación colombiana y el largo proceso de formación del estado tienen que ser recordados durante el año 2010 para iluminar el camino hacia la grandeza material y espiritual de la nueva generación de colombianos que ha llegado a este mundo a continuar nuestros esfuerzos. Esta conmemoración debe contar con nuestra iniciativa ciudadana.
Bucaramanga, 25 de febrero de 2008.
Jaime Alberto Camacho Pico, rector de la Universidad Industrial de Santander.
Santiago Díaz Piedrahita, presidente de la Academia Colombiana de Historia.
Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de Historia de Santander.
Alberto Montoya Puyana, rector de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Juan Camilo Montoya Bozzi, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
Miguel José Pinilla Gutiérrez, rector de la Universidad Manuela Beltrán.
Alfonso Prieto García, rector de la Universidad Cooperativa de Colombia.
Fray Orlando Rueda Acevedo, O. P., rector de la Universidad Santo Tomás.
Rafael Serrano Sarmiento, rector de la Universidad de Santander.
Monseñor Primitivo Sierra Cano, rector de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Las acciones conmemorativas comenzaron con el traslado de los restos óseos de los combatientes del campo de Palonegro al cementerio central. Una caravana de carros fúnebres tirados por caballos, escoltados por guardias de honor, se encargó de esta tarea. Los dos oradores del acto final, el general José María Ruiz y Emilio Pradilla, llamaron a la concordia bipartidista e insistieron en la insensatez de las guerras civiles. El joven poeta Carlos Torres leyó ante la concurrencia su Himno a la Paz, una composición de su autoría.
Las conmemoraciones en los colegios de la ciudad comenzaron desde el día 15 de julio. En el patio del Colegio de la Presentación fue puesta en escena una obra en tres actos titulada Recuerdos de la Patria y en la capilla del Colegio de San Pedro Claver pronunció un elocuente discurso patriótico el sacerdote jesuita Pinilla. Las ocho escuelas públicas se concentraron en el parque del Centenario para entonar cantos patrióticos, realizar ejercicios gimnásticos y recibir un recuerdo del centenario. El acto lírico-literario de los estudiantes fue puesto en escena en el patio del Colegio de San Pedro.
El 18 de julio, en el Parque de Romero, fue descubierto el obelisco de piedra que honra hasta hoy la memoria de los dos párrocos que más hicieron por Bucaramanga durante el primer siglo republicano: Juan Eloy Valenzuela (1786-1834) y Francisco Romero (1865-1874). Esa noche fue puesto en escena el acto lírico-literario ofrecido conjuntamente por la Escuela Normal de Institutoras y la Sociedad Pedagógica. El 19 de julio, un desfile ciudadano colocó una lápida de mármol conmemorativa en la casa donde nació Custodio García Rovira. En la tarde se abrió la exposición industrial y artística en el local del Centro de Industriales y Obreros, llevando la palabra Jaime Barrera Parra. En la noche desfiló el Regimiento Ricaurte por las principales calles, iluminadas por la Compañía Eléctrica con multitud de focos. Al filo de la medianoche sonaron al unísono las campanas, las sirenas, los cañones y los cohetes para anunciar el nacimiento del día del centenario.
El 20 de julio fueron izadas las banderas nacionales en todas las residencias del municipio. Una misa solemne fue oficiada en San Laureano a las 8 de la mañana. El desfile cívico, encabezado por una cabalgata y cuatro carros alegóricos, recorrió la calle 35 desde la plaza García Rovira hasta el parque del Centenario, donde la colonia siria regaló un kiosko para las retretas de la banda departamental, que en ese entonces dirigía el maestro Villalobos. En la noche, se ofreció en el Club del Comercio una fiesta lírica y literaria. Durante los cuatro días siguientes se realizaron los regocijos públicos: corridas de toros, juegos pirotécnicos y verbenas populares.
En su alocución central del 20 de julio de 1910, el gobernador comenzó diciendo que esta conmemoración era “impuesta por el decoro nacional” y que nada podría dispensar la ausencia del Departamento “en una fiesta en que con inusitada espontaneidad debe subir de todos los pechos colombianos un cántico de alegría y de gratitud”, pues se trataba del “punto de partida de nuestra transformación política”. Convocó a todos los santandereanos a la paz para que los caudillos posteriores del pueblo colombiano fuesen los que “en el campo del trabajo y de la industria claven los primeros la bandera de la concordia auténtica”.
Cien años después de esta decorosa conmemoración centenaria en todo el Departamento de Santander, nos aproximamos al 20 de julio de 2010, día de la conmemoración bicentenaria de la independencia nacional. Le corresponde a otro gobernador —Horacio Serpa Uribe— presidir en Bucaramanga los actos conmemorativos. Esta vez estará acompañado por su gabinete departamental, la Academia de Historia, las universidades del área metropolitana y la Cámara de Comercio de Bucaramanga. Como hace cien años, las acciones conmemorativas, sean estatales o ciudadanas, necesitan una junta coordinadora y una plataforma general de todas ellas. Esas acciones comprenden obras públicas y dotación de espacios, labores de ornato de los municipios, edición de textos históricos, instalación de monumentos, actos públicos solemnes, representaciones artísticas y teatrales, así como llamamientos a la unidad de la nación colombiana. Tal como afirmó el congreso de los diputados mexicanos al aprobar su ley de conmemoraciones del 2010, “es una equivocación política dejar pasar desapercibida la conmemoración bicentenaria, pues ella da pie a que el espíritu patrio una voluntades, forme una nueva conciencia nacional, se nutra con los valores de la historia, abreve en los ejemplos de los hombres que han construido el andamiaje social, económico, cultural y político del país”.
Es por ello que, desde la iniciativa ciudadana, los abajo firmantes convocamos a todos los ciudadanos de Santander, y a sus entidades asociativas e institucionales, a proponer y ejecutar acciones conmemorativas del Bicentenario de la independencia nacional en todos los municipios y entidades del Departamento. La gesta de construcción de la nación colombiana y el largo proceso de formación del estado tienen que ser recordados durante el año 2010 para iluminar el camino hacia la grandeza material y espiritual de la nueva generación de colombianos que ha llegado a este mundo a continuar nuestros esfuerzos. Esta conmemoración debe contar con nuestra iniciativa ciudadana.
Bucaramanga, 25 de febrero de 2008.
Jaime Alberto Camacho Pico, rector de la Universidad Industrial de Santander.
Santiago Díaz Piedrahita, presidente de la Academia Colombiana de Historia.
Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de Historia de Santander.
Alberto Montoya Puyana, rector de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Juan Camilo Montoya Bozzi, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
Miguel José Pinilla Gutiérrez, rector de la Universidad Manuela Beltrán.
Alfonso Prieto García, rector de la Universidad Cooperativa de Colombia.
Fray Orlando Rueda Acevedo, O. P., rector de la Universidad Santo Tomás.
Rafael Serrano Sarmiento, rector de la Universidad de Santander.
Monseñor Primitivo Sierra Cano, rector de la Universidad Pontificia Bolivariana.
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