domingo, 22 de noviembre de 2009

FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS III


LA EXPEDICION BOTANICA


-----------------------------Por Rafael Antonio Álvarez Salcedo



En el siglo XVIII, se iniciaron las reformas Borbónicas en todas las provincias de la Corte española en un esfuerzo por racionalizar la función pública modernizando el Estado con el fin de hacerlo más eficaz y competitivo. El objetivo principal eran las colonias Americanas ya que poseían abundantes y desconocidas materias primas agrícolas y minerales por explotar. El clima era favorable para que, en nombre del progreso científico, la Corona respaldara toda iniciativa que contribuyera al conocimiento moderno de sus territorios. Los jardines botánicos y las expediciones científicas fueron entonces numerosos como fuente de conocimiento.





La empresa fue idea del médico gaditano José Celestino Mutis quien la propuso en 1764 al Rey de España Carlos III. En ella intentaba convencerlo de crear una “ expedición destinada a producir honores a la nación, utilidad al público, extensión al comercio, ventajas a las ciencias, nuevos fondos al erario real y gloria inmortal a vuestra majestad ” .


El Arzobispo Virrey Antonio Caballero y Góngora la organizó en 1784, veinte años después de la propuesta de Mutis adelantándose a las instrucciones del rey quien había dado licencia a algunos investigadores Europeos ( Alexander von Humboldt, Aimée Bonplant ), para explorar científicamente las regiones de ultramar. La decisión del arzobispo Virrey nos da una muestra de su independencia carácter para enfrentar los deberes de la función pública sin consultas y contra la opinión timorata de algunos que la rechazaron. Demostró tino en el manejo político ya que, de todas maneras, su decisión agradaría al Rey gracias a las razones expuesta por Mutis y verdaderamente contribuiría a colmar todas las expectativas que ella generaba incluyendo su propia grandeza.

Así nació la expedición Botánica de la Nueva Granada, como parte de una idea moderna que conjugaba ciencia y comercio. Esta concepción dual utilitaria la entendió muy bien Caldas y la utilizó cuando clamaba por un patrocinio estatal para sus viajes. En carta a un amigo, desde Quito en Enero de 1802 se lee hacia su mitad : “ Si mi amor propio no me engaña, me parece que sacaría grande utilidad el Reyno entero si este me sostuviese en una correría semejante. El consulado de Cartagena que está encargado por S.M. de aumentar la agricultura y el comercio destos ( sic ) países, no podría auxiliarme…? “


José Celestino Mutis fue el Director de la Expedición Botánica a la cual se vincularon personalidades intelectuales de la época. Se destacaron como sus aventajados discípulos los nombres de Francisco José de Caldas, contratado en 1802, Eloy Valenzuela Mantilla, Francisco Antonio Zea , Jorge Tadeo Lozano, Sinforoso Mutis, Pedro Fermín de Vargas, Enrique Umaña y José María Cabal entre otros.

Grandes colecciones en maderas, conchas, minerales, animales, pieles, plantas, flores y otras cuidadosamente preservadas y científicamente clasificadas, mostraban la riqueza de este suelo. José Celestino Mutis admira el talento y el trabajo de Caldas así como el del Jefe de Minas José D´Elhuyart, padre del santafereño Luciano. Mutis envió a Caldas al Ecuador para hacer una investigación sobre la Quina , trabajo que duró cuatro años e incluyó una rica colección de plantas no clasificadas con las que conformó un formidable herbario enriquecido con minuciosas descripciones.


----------------------------------------------E--EN EL DIBUJIO VEMOS LA PASSIFLORA.


En 1803 Caldas observó los eclipses lunares y solares de Febrero y el tránsito de Mercurio el 9 de Noviembre. A través de Mutis adquirió un telescopio y un cronómetro con los cuales se dedicó a medir la latitud. Mantuvo una publicación de sus observaciones la que, a la postre, se perdió.

A la muerte de José Celestino Mutis en 1808, Caldas creyó que el sería el sucesor como Director de la Expedición Botánica pero aquél testó el cargo a su sobrino Sinforoso. Caldas siguió en la dirección del Observatorio, estudiando nuevas plantas en la Sabana de Bogotá y en la enseñanza de matemáticas elementales. Caldas defendió ardientemente la Expedición Botánica pero el Instituto fue clausurado en 1810. Se intentó reabrirlo en la presidencia de Jorge Tadeo Lozano con resultados negativos.


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sábado, 31 de octubre de 2009

FRANCISCO JOSE DE CALDAS

COMERCIANTE E INVESTIGADOR DE LA NATURALEZA ( II )


Por: Rafael Antonio Álvarez

Seguramente por motivos económicos o por el poco amor a la profesión escogida por su padre abandonó la cátedra en 1785 y se dedicó al comercio por las regiones vecinas a Popayán que le proporcionaron el ambiente de libertad y el aprovechamiento práctico de los conocimientos innatos y autodidactas ya que de aquellos quedaron notables trabajos como la determinación de la longitud midiendo los meridianos con la ayuda de las efemérides y fenómenos astronómicos como eclipses lunares, posición de satélites galileanos en Júpiter y ocultación de estrellas gracias a que, en 1799, obtuvo las lentes para construir un telescopio con el cual también pudo disfrutar de la vista de los anillos de Saturno. Posteriormente adquirió otro telescopio de mejor calidad.


Calculó la latitud y los azimutz de varios sitios. Construyó un reloj de sol, un cuadrante de 16 pulgadas de radio fabricado en madera; octantes, gnómones ( Relojes de sol dispuestos horizontalmente ) y barómetros.

Para medir la altura de lugares diseñó y construyó los hipsómetros. Elaboró mapas de la zona y describió la hidrografía y la orografía, incluyendo minas, así como también las corrientes climáticas. Confeccionó cartas astronómicas para cálculos de posición. Describió las costumbres, la práctica de la medicina y la arqueología local.

En 1797 la Cartografía local se enriqueció cuando levantó el mapa del Río Magdalena desde su nacimiento hasta Neiva.

El Virrey José de Ezpeleta, quien asumió el poder en 1789 cuando Caldas contaba con apenas 21 años de edad, admiró sus trabajos. El médico y jefe de la Expedición Botánica José Celestino Mutis también había mostrado interés por el genio de Caldas.


HUMBOLT Y CALDAS

1801 era la época de la Expedición Botánica impulsada por el Virrey José de Ezpeleta y el Arzobispo Antonio Caballero y Góngora con la cual se quería conocer el potencial de Biodiversidad de la América española para grandeza y esplendor de la corona. Probablemente, y también por razones económicas, su padre lo manda a Quito. Deja el observatorio casero y emprende viaje con el firme propósito de sacar provecho intelectual al conocer más territorio.

Y así fue como recorrió muchas regiones selváticas y cumbres heladas saciando poco a poco su acrecentada sed de conocimientos.

En ese año publicó el artículo “ Observaciones sobre la altura del Cerro de Guadalupe “ que fue conocido por Mutis en quien dejó grata impresión.


El 31 de Diciembre de 1801, a las once del día, según sus propias palabras, tuvo la fortuna de encontrarse en Ibarra con Alexander von Humboldt científico alemán dedicado a investigar la Biodiversidad Americana con las desarrolladas técnicas Europeas. Caldas era un ferviente admirador de su bagaje científico. Intercambiaron conceptos, compararon cálculos y en esa tertulia el barón valoró sus trabajos ponderándolos más que algunos de los suyos propios.


El teutón orientó a Caldas en Meteorología y Astronomía; le proporcionó tablas y catálogos, le enseñó cálculo, lo proveyó de un cuadrante y un octante con lo cual aumentó más la influencia sobre él. Antes de continuar su viaje le vendió un cuadrante de 18 pulgadas con un micrómetro. Este instrumento le ayudó a Caldas en la observación del solsticio de verano de 1802. Nuevamente confeccionó mapas usando comparativamente los eclipses de luna y sol y ocultaciones galileanas ( los cuatro satélites de Júpiter visibles con su telescopio ).

Aunque disímiles en su personalidad, ya que Humboldt era muy abierto y Caldas introvertido, aquél influyó mucho en la personalidad científica de este. A veces fue duro crítico de Caldas pero le reconocía su inteligencia y tesón en el desarrollo de sus trabajos y así en 1801 le envió una carta a José Celestino Mutis donde recomendaba al sabio para que fuese contratado y entrara a formar parte de su equipo investigador.




Caldas abrigó la esperanza de que Humboldt lo invitara a su viaje por el Perú, México y las Antillas pero le correspondió apurar su momento de amargura e inmensa frustración cuando el europeo no lo hizo. Se dice que Humboldt conoció al hijo del Marqués de Selvaalegre y prefirió viajar con él.

Tal vez Caldas cifró demasiadas expectativas, como en otros episodios de su vida, y no contó con la íntima y recia personalidad del barón.

jueves, 22 de octubre de 2009

FRANCISCO JOSE DE CALDAS

Nota del Editor: Biografía del sabio Caldas, padre de la Ingeniería militar, que se entregará en 8 fragmentos Parte I

Por Rafael Antonio Álvarez Salcedo

Nació en Popayán EN 1771, probablemente el 4 de Octubre fiesta de su santo Francisco de Asís, de ahí su nombre de Pila; no se conoce la fecha exacta pero se toma como pista la de su bautizo el 17 de Noviembre


La familia de Caldas era el caso típico de aquellas de la élite virreinal con una fuerte vinculación, por casamientos con nacidos en España. Así, las prerrogativas y ventajas de la clase de los terratenientes criollos, con privilegios propios, se unían en vínculo matrimonial con los venidos de España, por medio de quienes se ejercía el poder de la metrópoli en los cargos de gobierno que sonaban mucho pero no representaban ingresos apreciables máxime con 16 hijos a criar. El padre de Caldas, José de Caldas Rodríguez de Camba era español oriundo de Arcos de Condesa, Villa de Caldas de Reyes, provincia de Galicia y nació en 1736. En Santa Fe había ocupado el cargo de Alférez de la Compañía de Forasteros y en Popayán muchos otros como los de Regidor del Cabildo y Juez Subdelegado de Tierras. Fue su madre, criolla, Vicenta Tenorio Arboleda era hija de Juan Tenorio Torrijano de padre Español y madre criolla.

La cadena de enlaces de españoles y criollas se extiende en lo profundo del árbol genealógico, mostrándonos el doble carácter, marcadamente español muy arraigado en la América confiriendo a estas familias un poder que podía perderse y empobrecer los patriciados del criollismo. Por el lado materno, su arraigo al nuevo reino se remonta a cuatro generaciones de criollos. Tenorios y Arboledas fueron mineros propietarios de cuadrillas de esclavos. Es paradójico que Caldas a lo largo de su vida sobrevivió con escasos recursos económicos

Y para cerrar la visión de su familia, las recientes pesquisas genealógicas, según el doctor Jorge Arias de Greiff, remontan la ascendencia de Caldas a Iñigo Arista, rey de Navarra. El lejano descendiente de un rey habría de acogerse, al final de sus días, al indulto de otro rey.

Contrajo nupcias, por poder, con Manuela Barona también de Popayán siendo el bisabuelo de Francisco José tatarabuelo de Manuela. De este hogar nacieron 4 hijos.

EDUCACIÓN

Empezó en la casa paterna, como era costumbre con el Catecismo y la Historia de España por medio de las didácticas cartillas, traídas de la península.


Los estudios primarios los culminó en el Seminario de San Francisco, Popayán, a los 16 años de edad. En este claustro se fue modelando su personalidad de investigador caracterizándose por su actitud concentrada y retraída demostrando un interés muy especial por las matemáticas. En el Colegio de San Francisco recibe las enseñanza del profesor José Félix Restrepo en la áreas de aritmética, geometría, trigonometría, álgebra y física. Su tesis de grado, presentada el 4 de Junio de 1786 versó sobre proposiciones relativas al fenómeno de la luz, la visión y la concepción cartesiana de las bestias como autómatas o máquinas carentes de sensaciones y conocimientos.


En Santa Fé ingresó a la Escuela de Jurisprudencia del Rosario como fue el deseo de su padre. Estudió leyes y también enseñó Ciencias Naturales.

Al terminar los estudios superiores y con el título de Licenciado en Leyes regresó a Popayán dedicándose a la cátedra en el Colegio de San Francisco como profesor de Derecho Civil. Continuó su educación en forma autodidacta con énfasis en Matemáticas, Geografía y Astronomía. Sus autores favoritos fueron Charles Marie de la Condamine, Jorge Juan de Santacilla y los jesuitas José Gumilla y Antonio Julián grandes promotores del redescubrimiento científico de América por parte de Europa y especialmente de España.

Su economía no era muy boyante pero sí sus conocimientos por la experiencia observacional y las innumerables lecturas que lo hacían aparecer con un aspecto extraño, solitario e introvertido.


En el solar de su casa construyó una rudimentaria armazón la cual se convierte en su “ Observatorio Astronómico. Allí empezó a fabricar algunos instrumentos de observación y medición. Las áreas de estudio y trabajo que marcarán la vida de Caldas fueron la Astronomía, Botánica, Geografía y Cartografía. Seguramente influenciado por el socio comercial de José Celestino Mutis, Ignacio de Pombo, quien también era el preceptor de sus hijos y su amigo, estudió y profundizó en la ciencia de la Botánica. Trabajó en esta especialidad al ser contratado por Mutis y Pombo buscando nuevas especies hasta 1805 cuando ingresó como director del Observatorio Astronómico. Volver a Inicio > Espere Parte II

miércoles, 19 de noviembre de 2008

CONMEMORACIÓN DE LA INDEPENDENCIA EN SANTANDER

Grafica, Armando Martínez Garnica, historiador

Plataforma ciudadana de acciones conmemorativas del
Bicentenario de la Independencia en el
Departamento de Santander


Acuerdos del Foro Regional Santandereano realizado en el Ágora
de la Universidad Industrial de Santander el 12 de mayo de 2008

Las acciones conmemorativas para el Bicentenario de la Independencia que se propusieron en este Foro, dirigidas a la ciudadanía del Departamento de Santander, son de dos clases: comunicaciones públicas y monumentos. Las comunicaciones pretenden imponer una conducta a los ciudadanos que leen, ven y oyen, mientras que los monumentos intentan dejar unos hitos urbanos que faciliten una recordación de la acaecido en 1810.

1. Comunicaciones para ser leídas:

1.1. Programas editoriales:

1.1.1. Colección del Bicentenario, Dirección Cultural de la Universidad Industrial de Santander.

-Nº 1. Armando Martínez Garnica y Ángel Rafael Almarza Villalobos (eds.): Instrucciones para los diputados del Nuevo Reino de Granada y Venezuela ante la Junta Central Gubernativa de España y las Indias, 2008. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2008. 266 p. (Colección del Bicentenario de la Independencia, 1). ISBN 978-958-8187-73-0.
-Nº 2. Armando Martínez Garnica e Inés Quintero Montiel (eds.) Actas de formación de juntas y declaraciones de independencia (1809-1822). Reales Audiencias de Quito, Caracas y Santa Fe, 2008. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2008. 2 tomos. (Colección del Bicentenario de la Independencia, 2). ISBN 978-958-8187-75-4.
-Nº 3. Ana Cecilia Ojeda Avellaneda (ed.): Una mirada íntima al libertador en los dos últimos años de su vida pública, 1828-1830. Luis Perú de Lacroix: Diario de Bucaramanga. Alejandro Próspero Reverend: La última enfermedad. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2008. (Colección del Bicentenario de la Independencia, 3). ISBN 978-958-8187-75-5.
-Nº 4. Armando Martínez Garnica: La agenda de Colombia (1819-1831). Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2008. 2 tomos. (Colección del Bicentenario de la Independencia, 4).
-Nº 5. Jairo Gutiérrez Ramos y Armando Martínez Garnica (eds.). La visión del Nuevo Reino de Granada en las Cortes de Cádiz. Bogotá: coedición de la Academia Colombiana de Historia y la Universidad Industrial de Santander, 2008.
-Nº 6. Guía de forasteros del Nuevo Reino de Granada para el año 1810. En proceso.

-Nº 7. Cronología del proceso de independencia, 1808-1819. En proceso.
-Nº 8. Memoria de Santiago Arroyo sobre la revolución de Popayán, 1808-1824. En proceso.
-Nº 9. Diario de José María Caballero, 1808-1819. En proceso
-Nº 10. Documentos básicos para entender la independencia del Nuevo Reino de Granada. En proceso.
-Nº 11: La independencia en las provincias de Pamplona y Socorro. En proceso.

1.1.2. Biblioteca Bicentenario, elaborada por la UIS para el proyecto “Historia Hoy” del MEN.
Títulos seleccionados:
1. Geografía del Nuevo Reino de Granada en 1810
2. La economía del Nuevo Reino de Granada en la época de la independencia
3. Religiosidades y fiestas populares en el Nuevo Reino de Granada durante la época de la independencia.
4. La Real Expedición Botánica: recepción de las ciencias naturales en el Reino.
5. El alférez real
6. Memorias de un abanderado
7. La educación del Reino durante la época de la independencia
8. La sociedad del Reino durante la época de la independencia
9. Guía de forasteros del Nuevo Reino de Granada para el año de 1810.
10. Las juntas del Nuevo Reino de Granada, 1810
11. La constitución de Cádiz en el Nuevo Reino de Granada
12. Las agendas de los estados provinciales del Reino, 1811-1815.

1.1.3. La independencia del Nuevo Reino de Granada. Fascículos semanales entregados con Vanguardia Liberal. Año 2010. En prospecto.

1.2. Congresos:

Cuarto Congreso Internacional “Los procesos de independencia en la América Española”. Bucaramanga, 22 a 25 de agosto de 2006. Ya realizado. Las memorias están disponibles pues fueron publicadas en la entrega 12 del Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, Escuela de Historia UIS, septiembre de 2007.
Quinto Congreso Internacional “Los procesos de independencia en la América Española”. Puerto de Veracruz, 25 a 28 de noviembre de 2008. Ya realizado.
Panel “Historia de la independencia”, en XV Congreso Colombiano de Historia: 200 años de independencia nacional. Agosto de 2010. En prospecto.

1.3. Cátedras ciudadanas del Bicentenario:

1.3.1. Cátedra Rodolfo Low Maus de la Universidad Industrial de Santander, primer semestre del año 2010. En prospecto.
1.3.2. Cátedra del Bicentenario, Academia de Historia de Santander, año 2010. En prospecto.
1.3.3. Cátedra del Bicentenario, Universidad Autónoma de Bucaramanga.
1.3.4. Proyecto Historia Hoy del MEN en los dos Santanderes y el Cesar: 25 talleres presenciales realizado durante los meses de agosto a noviembre de 2008. En proceso.


1.4. Diplomas en Historia del proceso de la independencia:

1.4.1. Diploma en historia de la independencia, Academia de Historia de Santander, año 2010. En prospecto.
1.4.2. Diplomado en historia de la independencia, Escuela de Historia de la Universidad Industrial de Santander, año 2009. En prospecto.


1.5. Programas universitarios de investigación histórica:

1.5.1. Grupo de investigaciones históricas sobre el Estado nacional colombiano, Escuela de Historia de la UIS. Dirección de trabajos de grado sobre las temáticas del proceso de la independencia. En ejecución.
1.5.2. Grupo de investigaciones históricas sobre el Estado nacional colombiano, Escuela de Historia de la UIS: Proyecto “La Guardia Nacional y los ejércitos federales de los estados de la Confederación Granadina y de los Estados Unidos de Colombia, 1855-1885”. En ejecución con el apoyo financiero de Colciencias.


1.6. Gestión de becas de estudios de postgrado:

1.6.1. Fundación Carolina, becas para estudios de master en historia de las independencias, Universitat Jaume I, Castellón de la Plana, España. Cuatro estudiantes de la UIS fueron admitidos en la promoción 2008-2009.


1.7. Premios de ensayo histórico:

1.7.1. Dirección Cultural de la Universidad Industrial de Santander. Concurso anual de ensayo histórico sobre la temática de los procesos de independencia. Convocado públicamente el premio 2008.


1.8. Poética de las independencias. Compilación y estudio de la poesía patriótica divulgada entre 1810 y 1831. En prospecto, bajo la dirección de Ana Cecilia Ojeda.

1.10. Memoria del Bicentenario. Registro visual y escrito de todas las acciones conmemorativas realizadas en Santander. El registro de las acciones del Centenario fue publicado en las entregas 9 a 12 de la revista Lecturas, órgano de la Sociedad Pedagógica de Santander (20 de julio de 1911).


2. Comunicaciones para ser vistas:

2.1. Representaciones teatrales.

2.1.1. El Grupo de teatro de la Universidad Industrial de Santander pondrá en escena una creación inspirada en las obras escritas durante las primeras décadas republicanas, entre las que pueden mencionarse las siguientes: La Pola (José Domínguez Roche, 1820), La conspiración de septiembre (José María Samper, 1856), La madre de Pausanias y Catón de Utica (Luis Vargas Tejada, 1828), Atala y Guatimoc (José Fernández Madrid, 1822). En prospecto.
2.1.2. El Grupo de teatro Metástasis Acto, dirigido por Braulio Mantilla Meza, pondrá en escena una creación inspirada en las obras escritas durante las primeras décadas republicanas.
2.1.3. El grupo de teatro Comunero pondrá en escena, en el Socorro, una representación sobre el 10 de julio de 1810.

2.2. Fiestas de la independencia:

2.2.1. Fiesta de la independencia en el municipio de El Socorro, 10 de julio de 2010. En prospecto.
2.2.2. Fiestas de la independencia en todos los municipios del Departamento de Santander, 20 de julio de 2010. En prospecto.

2.3. Exposiciones:

2.3.1 Exposición Arte e Independencia, año 2010. Dirigido a los artistas del Gran Santander y organizado conjuntamente por el. Museo de Arte Moderno de Bucaramanga, Extensión Cultural de la UIS y el Centro Cultural del Oriente. Publicación del catálogo de esta exposición y Registro documental de las obras de la Época de la Independencia. En prospecto.
2.3.2. Exposición de documentos y cuadros relacionados con la independencia, Casa de Bolívar, año 2010. En prospecto.
2.3.3. Memoria fotográfica de Piedecuesta, 1880-1950. Proyecto de Omar Suárez y Luis Rubén Pérez. Acompañado de libro visual.
2.3.4. Exposición de pinturas inspiradas en la temática de la Independencia, organizada por Bellas Artes de la UIS. Sala Macaregua de la UIS.


2.4. Documentales:

2.4.1. Documental conmemorativo en DVD producido por la División de Comunicaciones de la Universidad Industrial de Santander. Año 2010. En prospecto.
2.4.2. Documental conmemorativo en DVD producido por la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Año 2010. En prospecto. 2.5. Libros animados:

Proyecto “El libro animado e ilustrado del Bicentenario de la Independencia”. Grupo de Diseño, Imagen y Comunicación Visual Paloseco de Universitaria de Investigación y Desarrollo. Líder del Grupo: Diana Libeth Flórez Tapias.


3. Comunicaciones para ser oídas:

3.1. Conciertos:

3.1.1. Concierto sinfónico del Bicentenario en Bucaramanga, dirigido por los maestros Sergio Acevedo Gómez y Nelson Henry Cruz. Plaza Cívica de Bucaramanga, 20 de julio de 2010. Primera parte: música de la época de la Independencia y estreno de dos obras nuevas escritas por jóvenes compositores santandereanos. Segunda parte: final coral de la novena sinfonía de Beethoven sobre la “Oda a la alegría” de Schiller. En prospecto.
3.1.2. Concierto de cuerdas del Bicentenario en la Catedral del Socorro, 10 de julio de 2010. En prospecto.

3.2. Relatos históricos en medios audiovisuales:

3.2.1. Seriado periodístico radial “Bicentenario de la Independencia”, por la Emisora Cultural 100.7 FM. Escrito y leídos por Enrique Carlos Cancelado. En prospecto.
3.2.2. Seriado periodístico “Bicentenario de la Independencia”, por las Emisoras UIS AM y UIS FM. En prospecto.
3.2.3. Relatos de la independencia. Prospecto del Colectivo de Narración Oral.

3.3. Colección “La música del Bicentenario” en CD:

3.3.1. La música de la época de las independencias y de las guerras civiles en un nuevo CD, según nuevos arreglos para gran orquesta. Títulos como La vencedora, La libertadora, La guaneña, La trinitaria y la marcha para el funeral de Bolívar estarán en esta ejecución dirigida por el maestro Nelson Cruz. En prospecto.
3.3.2. Concierto sinfónico del Bicentenario en Bucaramanga. CD con el concierto del 20 de julio de 2010 en Bucaramanga.
3.3.3. Concierto de cuerdas del Bicentenario en el Socorro. CD con el concierto ejecutado el 10 de julio de 2010.

4. Monumentos:

4.1. Parque del Bicentenario en Bucaramanga: En prospecto.

4.2. Teatro de Santander: Reconstrucción de este antiguo escenario, adquirido por la Cámara de Comercio, que ofrecerá a la ciudadanía un nuevo escenario para conciertos, teatro y convenciones.

4.3. Recuperación del Parque del Centenario y desarrollo del Proyecto del Centro Cultural del Oriente. Un comité mixto fue creado el 8 de mayo de 2008 para este fin. Gloria Oviedo se ha encargado del diseño de los museos.

4.4. Centro Cultural Bicentenario en el municipio del Socorro, sitio del antiguo templo y convento de los Capuchinos de Valencia. Presupuesto comprometido por la Presidencia de la República: $5.000.000.000. Diseños: Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín. En prospecto.

martes, 5 de agosto de 2008

Charalá 189 años de Historia



Colombia
Con actos simbólicos, culturales y artísticos se conmemoró un año más de la Batalla de Pienta, donde los Charaleños, aportaron a la libertad de Colombia debilitando a las tropas Españolas y así lograr la victoria en la batalla de Boyacá.

El evento contó con la presencia del Secretario de Desarrollo Social, Juan José Landinez, el Alcalde Municipal, Ángel Domingo Cruz Navas, Autoridades Militares y Policiales y la masiva participación de los habitantes de Charalá y los Municipios aledaños.

"La gobernación esta comprometida con el rescate de la memoria histórica del departamento para el País" manifestó Juan José Landinez.

Durante el encuentro se realizó el lanzamiento del libro La Batalla de Charalá del historiador Edgar Cano, igualmente se anuncio el entierro simbólico que preparan desde ya los Charaleños, del primer libertador de esclavos, José Antonio Galán, para el próximo año.
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domingo, 3 de agosto de 2008

Lunes 4 de agosto celebración batalla de Pienta en Charalá



Santander. Colombia
Este lunes 4 de agosto, fecha en la que se conmemora el aniversario 189 de la importante batalla que se llevó a cabo en cercanías del río Pienta, en Charalá, siendo el antecedente mas importante de la batalla del 7 de agosto en el puente de Boyacá, se realizará en el parque principal de Charalá, a partir de las 8 de la mañana, una jornada de actividades artísticas, culturales y académicas, para recordar y rescatar los valores y tradiciones de este Municipio. En el acto participarán representantes de las provincias Comunera, Vélez, Guanentá y Soto.

Con motivo de esta conmemoración, el Gobernador de Santander, entregó en la mañana de hoy, una declaración en la que exalta el valor de los santandereanos y en especial de los habitantes de esta zona, quienes en su lucha facilitaron el triunfo de la batalla de Boyacá, aportando a la libertad de nuestro país.

"Grande fue el sacrificio de nuestros paisanos en esa época decisiva para la libertad, y valioso su aporte al triunfo de la democracia. Más de trescientos santandereanos, mujeres y hombres, murieron en esa gesta heroica que se dio en Charalá, a orillas del río Pienta, sin la cual no se hubieran dado las circunstancias que estaremos conmemorando el próximo 7 de Agosto" manifestó el Gobernador.

De igual manera, el primer mandatario de los santandereanos exaltó la estirpe de quienes valerosamente contribuyeron a la libertad "Imborrable serán el recuerdo y la gratitud de los colombianos a los héroes de la batalla del Pienta. Desde Santander exaltamos el arrojo de nuestros paisanos como ejemplo de valentía y consagración a la causa de la libertad de los pueblos de América" puntualizó Horacio Serpa Uribe.

Fuente: Mónika María Leal Abril -Jefe de Prensa y Comunicaciones Gobernación de Santander

lunes, 25 de febrero de 2008

Bicentenario de la independencia de Colombia

------------------------------Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de Historia de Santander.

Iniciativa ciudadana
AGENDA DEL BICENTENARIO
2008-2010
Lanzamiento: Bucaramanga, lunes 25 de febrero de 2008. Universidad Industrial de Santander.

Instituciones invitadas:
Academia Colombiana de Historia
Universidad Nacional de Colombia, sedes de Bogotá y Medellín
Academia de Historia de Santander

¿Celebrar o conmemorar?
El 2 de mayo de 1808, dos carruajes se detuvieron frente al palacio real de Madrid. Una muchedumbre ansiosa se congregó y, al ver asomado a la ventana al más joven de los hijos de Carlos IV, creyó confirmada su sospecha sobre una eventual huida de la familia real hacia sus dominios americanos. Fue entonces cuando se lanzó contra un ayudante de campo del mariscal Murat y desencadenó un motín popular que terminó con dos centenares de españoles muertos, más otros tres centenares que fueron fusilados por las tropas francesas de ocupación. Este violento acontecimiento marca, en la memoria histórica de Iberoamérica, el comienzo de una de las guerras napoleónicas en la Península, mejor conocida en ésta como guerra de independencia. Casi cuatro años después, y en medio de un terrible conflicto que terminó dejando un cuarto de millón de muertos españoles, la promulgación de la Constitución de Cádiz anunciaba una revolución política en la nación española que fue definida como “la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios”.
Estos casi cuatro años transcurridos entre el 2 de mayo de 1808 y el 19 de marzo de 1812 fueron cruciales no sólo para la Península, sino para toda la América que por tres siglos había sido dominio de las Coronas de Castilla y Portugal. Casi todos los procesos de independencia de los reinos y capitanías americanas se iniciaron en este período, prolongándose hasta bien entrada la década de 1820 su cristalización exitosa en nuevos estados nacionales soberanos, después de muchas guerras civiles y de la emergencia del proyecto revolucionario.
A 200 años de este complejo proceso social que cambió para siempre la Península y América, algunas voces convocan a “celebrar” lo acontecido. Pero, dado que esta acción de congregación de las personas históricamente se asoció a festejos de diversa índole, es fácil provocar disensos en torno a esta convocatoria, pues el costo humano y material de las guerras de independencia no deja de suscitar espanto. Por ello es preferible hablar de “conmemorar” para construir consensos iberoamericanos. En efecto, en cada uno de estos cuatro años nos encontraremos con muchas personas, en muchos espacios, para recordar conjuntamente. Recordar significa volver sobre el camino recorrido para examinarlo y luego insistir en él, como rumbo hacia un destino recordado. Así, la memoria de estos años tiene que ser un volver sobre el destino común original que fue elegido hace 200 años: construir naciones modernas de ciudadanos gobernadas por estados de origen constitucional. Este es nuestro destino común, y mientras más lo recorramos con plena conciencia, más grande pueden llegar a ser esos estados nacionales. La elección de un estado nacional como meta de un destinar es decidirse a poner firmemente en pie esa unidad de sobrevivencia social que caracteriza a la Época Moderna. La Humanidad se divide hoy en 202 estados, y cada uno de ellos lucha por fortalecer su autoridad y construir una nación de ciudadanos. Desde hace 200 años, los poderes de todos los estados iberoamericanos se obstinan por establecerse firmemente, pese a las adversidades y vicisitudes, y por incluir a la mayor parte de sus poblaciones en sus cuerpos ciudadanos.
Cada destinar de un estado nacional tiene una historia, es decir, un acontecer colectivo. La comprensión de lo acontecido a cada estado nacional es la ciencia histórica, cuya finalidad es impedir que las acciones de los hombres se desvanezcan de la memoria. Pero las representaciones de esta ciencia, derivadas de la crítica de las fuentes disponibles, tienen que coexistir socialmente con las actualizaciones de la memoria que son usadas para justificar proyectos políticos de cada momento. Estas seudohistorias son un abuso de la historia por cuanto no buscan comprender lo que aconteció sino convencer a sus contemporáneos de la bondad de la acción política que proponen a sus contemporáneos. Ejemplos de estos abusos son el Centro Nacional de Historia que en Caracas se presenta como el “ente rector de las políticas de la historia nacional y de la memoria colectiva del pueblo venezolano”, o la página no oficial www.albicentenario.com que en Colombia promueve acciones conmemorativas como parte de la agenda opositora del Polo Democrático contra la Administración Uribe.

Una larga tradición conmemorativa
En el acta del cabildo extraordinario reunido en la ciudad de Santafé durante la noche del 20 de julio de 1810, cualquier colombiano de hoy puede leer que en la Junta que allí resultó organizada fue depositado “el gobierno supremo del Nuevo Reino de Granada”. Esa Junta fue comisionada para elaborar la primera carta constitucional republicana, en concierto con los diputados de todas las otras provincias del Reino y “sobre las bases de libertad e independencia” de todas ellas, que en adelante deberían ligarse por un sistema federativo, cuya representación residiría en la capital. Todos los diputados aclamados para integrar esta Junta Suprema del Reino juraron, poniendo la mano sobre los Santos Evangelios, obedecer la Constitución que se redactaría y “conservar la libertad e independencia de este Reino en los términos acordados”, y después tomaron posesión en sus empleos los nuevos funcionarios de gobierno escogidos por “la soberana voluntad del pueblo tan expresamente declarada en este día”. Esa noche había ocurrido una revolución política caracterizada por la transferencia de la soberanía, antiguo patrimonio de la familia real española, al pueblo de las provincias neogranadinas, al menos mientras Fernando VII pudiese ser liberado de su retención en Francia y vuelto a su trono usurpado.
Cinco semanas después, el 27 de agosto de 1810, los dos editores del Diario Político de Santafé de Bogotá – José Joaquín Camacho y Francisco José de Caldas -, anunciaron en su prospecto inaugural que afianzarían “la libertad y la independencia” por medio de la imprenta, advirtiendo que el día 20 de julio de 1810 se había “conquistado nuestra independencia” por la organización de una Junta en la que fue depositada la autoridad suprema. Un año después, según anotó en su Diario de noticias particulares el sastre José María Caballero, se conmemoró el primer año de “la revolución e instalación de la Suprema Junta” con luminarias puestas en toda esta ciudad, tedeum en la Catedral, parada militar con banderas y descargas de cañones en la Huerta de Jaime.
En Cartagena de Indias, los editores de El Argos Americano publicaron en su segunda entrega, del 24 de septiembre de 1810, un artículo titulado “Independencia de la América” en el que copiaban algunas observaciones sobre la “próxima independencia” que ocurriría en este continente, convertido en “el teatro de importantes acontecimientos”, y sobre la manera como sería recibida en Francia e Inglaterra. Dos años después, cuando el impresor Diego Espinosa de los Monteros editó un debate entre El Curioso, El Amante de sus Derechos y otras personas sobre el tema de la separación de poderes en el Estado de Cartagena, todos dataron sus ponencias en el año de 1812, calificándolo como el “segundo de nuestra independencia”.
Esta tradición contable del tiempo republicano fue afianzada en la República de Colombia: todas las entregas del primer año de la Gazeta de Colombia, comenzadas en la Villa del Rosario de Cúcuta el jueves 6 de septiembre de 1821, agregaron a su data la indicación de que se trataba del Año 11º de la independencia. El coronel Domingo Caicedo, presidente de la Cámara de Representantes del año 1823, clausuró las sesiones ordinarias expresando esta tradición de la cronología republicana: según su autorizada opinión, esta legislatura del año 13º de la República [1823] se había esmerado por remover “las causas que nos han abismado en el colmo mayor de males a que llegamos el año 6º [1816]”
[1]. El 20 de julio de 1823, el redactor de la entrega 37 del periódico El Patriota escribió: “Hoy contamos trece años de esfuerzos para hacernos independientes de España. A una hora como ésta (las 9 del día) éramos todavía el año 1810 colonos de los españoles; de entonces a hoy, ¡cuántos sucesos de toda especie hemos presenciado! Hoy es un día de recuerdo muy grato para los antiguos patriotas que trabajaron con audacia en derrocar el pode godo en este país”. En consecuencia, convocó a los colombianos de ese tiempo a recordar “el aniversario de la revolución de Santafé de Bogotá con las mismas emociones de contento y regocijo con que nosotros lo hacemos en este día”. El 10 de agosto siguiente, El Patriota recordó que este día se contaban apenas cuatro años “de la restauración de la libertad en la capital de la antigua Nueva Granada”, pues el 10 de agosto de 1819 fue el día en que el Libertador entró a Santafé, tres días después del resultado de la batalla de Boyacá. Lo acaecido en los “campos gloriosos de Boyacá” no era, en su opinión, más que una “restauración” de la independencia de 1810. Un año antes, Vicente Azuero había escrito en la primera entrega de su periódico La Indicación un artículo titulado “20 de julio de 1822”, en el cual se decía que en este día los bogotanos conmemoraban “los 12 años en que desplomó el imperio del rey Fernando en la capital de la república y que se cantaron en ella los primeros himnos a la libertad”.
Los testimonios documentales no dejan duda alguna: 1810 fue, en el Nuevo Reino de Granada, el año de la independencia, de la transferencia de la soberanía del monarca español cautivo a unas juntas provinciales que reasumieron en sí la soberanía popular. Esta fue la representación que compartieron sus contemporáneos, en todas las provincias de su jurisdicción, y la que mantuvieron, como tradición, las generaciones posteriores que anualmente conmemoraron con diversos rituales cívicos, religiosos, militares y escolares, la independencia. Se recuerdan especialmente las conmemoraciones de 1872, narrada por José María Cordovez Moure - en la que el presidente Murillo Toro terminó su alocución con un viva a la independencia -, y la del Centenario de 1910, que tantos eventos reunió en todos los municipios del país, dejando hasta hoy el legado de los parques de “la independencia” o “del Centenario”.
Pero hoy, cuando sólo restan tres años para la conmemoración bicentenaria de la independencia, los planificadores del desarrollo nacional han introducido una representación anacrónica en sus cálculos. En el primer párrafo del resumen ejecutivo del documento oficial publicado por el Departamento Nacional de Planeación bajo el título de Visión Colombia II Centenario, 2019, se lee lo siguiente: “El 7 de agosto de 2019 Colombia celebrará dos siglos de vida política independiente”. Con tal supuesto, el cálculo planificador de la actual Administración del Poder Ejecutivo nacional mira hacia el año 2019 y lo presenta como el de la conmemoración bicentenaria de nuestra independencia, que es lo mismo que decir “vida política independiente”.
Como el acontecimiento que le ha servido al Departamento Nacional de Planeación para tal cálculo es la batalla librada el 7 de agosto de 1819 en el puente de Boyacá, dejemos que sea el general Carlos Soublette quien nos diga, en el parte que firmó al día siguiente en Ventaquemada, si efectivamente se trató del ingreso a “la vida política independiente”. En su parte apenas se reconoció una “memorable jornada”, de incalculables ventajas conseguidas para la República, pero sólo una “gloriosa victoria obtenida”. En definitiva, un triunfo decisivo de las tropas del Ejército Libertador, pues “pocas veces había combatido con tropas tan disciplinadas y tan bien mandadas”.
Quizás sea mejor que el general Simón Bolívar, quien ya había sido nombrado presidente de Venezuela en Angostura, quien nos diga cómo se representó a sí mismo esta “memorable jornada”. En el Copiador de Órdenes que Alejandro Osorio abrió en Santafé, el 11 de agosto de 1819, el libertador dictó el siguiente encabezamiento a su decreto de devolución de bienes secuestrados:

Restablecido felizmente el Gobierno Liberal de la República, por la fuga de los tiranos que la oprimían, para dar un día de consuelo a los fieles hijos del país, que han gemido por su horrible depredación, he determinado a mi ingreso en esta capital….

No hay duda alguna: la gloriosa jornada del 7 de agosto de 1819 no fue un ingreso a la “vida política independiente” de Colombia, sino apenas el “restablecimiento del gobierno liberal”, la restauración de la Primera República de 1810. Pisoteada por alguna historiografía espuria que la rebajó a la condición de “patria boba”, la Primera República ya tenía en su haber nueve cartas constitucionales de estados provinciales y un Acta de federación reformada un par de veces, más una experiencia política de un quinquenio sin la cual no habría sido posible la redacción de la Carta de la villa del Rosario de Cúcuta en 1821. Todos los despachos firmados por el general Bolívar en su cuartel general de Santafé después de la batalla de Boyacá agregaron a sus datas la cifra 9º, indicando que 1819 era considerado por él como el noveno año después de la independencia.
[2]
El 21 de septiembre de 1819, cuando el libertador regresó a Venezuela con el ejército libertador de la Nueva Granada, entró en posesión de la vicepresidencia de la Nueva Granada el general de división Francisco de Paula Santander. En su discurso de posesión dijo entonces que la batalla de Boyacá no había sido más que la “regeneración” de la libertad que los granadinos habían perdido en 1816 por obra de “la apatía, de la confianza, de la intriga y la desunión”. Se trataba entonces de una “restitución” de la libertad que había sido prometida por él en Casanare a comienzos de ese año. En consecuencia, lo que seguía no era más que el esfuerzo de mantener a la Nueva Granada en “el catálogo de los pueblos libres”, evitando una nueva servidumbre por cuenta de los vicios políticos que a sus ojos explicaban la derrota de 1816.
En la Relación sobre las acciones del general Simón Bolívar en la campaña de la Nueva Granada de 1819 que escribió y publicó el general Santander en 1820, advirtió su autor que en ella no hablaría de los sucesos acaecidos desde 1810, sino “sólo del restablecimiento de la República de Nueva Granada en 1819”. Para este fundador de Colombia, la victoria de Boyacá no había sido más que un “restablecimiento” del régimen republicano inaugurado en 1810, pues apenas le había “restituido” a una parte del pueblo neogranadino su libertad. En esta Relación, informó sobre las once provincias que entre 1810 y 1816 se habían visto “reunidas bajo el gobierno de la República”.
Al conmemorarse los cuatro años de la entrada del Libertador a Santafé, el redactor del periódico El Patriota escribió, en la edición conmemorativa del 10 de agosto de 1823 (Nº 40), lo siguiente: “Contamos cuatro años hoy de la restauración de la libertad en la capital de la antigua Nueva Granada…”. Era el mismo sentido que le había dado Bolívar a su entrada a la capital después de la victoria de Boyacá.
Si se examinan los balances contemporáneos de lo que significó la experiencia de la Primera República (1810-1816). En su primer informe administrativo como secretario del Interior y Justicia, presentado al vicepresidente Santander el 31 de diciembre de 1819, Estanislao Vergara hizo un balance –desde la perspectiva de un santafereño- de la experiencia de la Primera República:

Ante los sucesos de Bayona, las provincias se erigieron en soberanas y por mucho tiempo carecieron de un gobierno general que las uniese a todas. Y cuando al fin lo establecieron, no le concedieron pleno vigor y actividad. Incluso cuando centralizaron los ramos de hacienda y guerra quedaron los gobernantes generales en la misma impotencia porque los gastos de cada gobierno provincial eran superiores a sus ingresos, y no había fondos suficientes para sostener y armar ejércitos. De este modo, “la consunción, la debilidad, llevaron al sepulcro a nuestra anterior República, quedando todos convencidos que el federalismo, por muy perfecto que sea, no era conveniente en estos países y en aquellas circunstancias.

Pero la mayor experiencia fue la de que había que aprender a mandar un pueblo “que repentinamente ha mudado su forma de gobierno”, pues en estos casos hay que mantener el imperio de las leyes anteriores que mantenían el orden. Resulta así un gobierno mixto y complicado, que trae muchos inconvenientes. Teniendo a la vista la experiencia de la Primera República, Bolívar decretó la permanencia de las instituciones que gobernaban a los pueblos: un Tribunal Superior de Justicia reemplazó de inmediato a la Real Audiencia, con sus mismas atribuciones. El tribunal de cuentas siguió gobernándose por las leyes de Indias. El superintendente de Hacienda ejerció sus funciones conforme a la ordenanza de intendentes de México. Todas las rentas fiscales fueron conservadas. Y estableció un gobierno fuerte y enérgico en la Nueva Granada, con atribuciones ejecutivas muy amplias.
Por su parte, el coronel José María Vergara presentó ante el Congreso de Angostura, el 12 de junio de 1819, actuando como diputado de la provincia de Casanare, el siguiente balance:

Los pueblos de la Nueva Granada estaban acostumbrados a sufrir en silencio el despotismo, la insolencia y la arbitrariedad de virreyes y gobernadores españoles. La revolución los puso en situación de mejorar su suerte; ellos eligieron un gobierno popular, gozaron por seis años del derecho de mandarse a sí mismos, tuvieron constituciones liberales, comercio libre, libertad de imprenta, sacudieron el yugo inquisitorial, y sus representantes tuvieron un miramiento que puede llamarse criminal en imponer contribuciones; jamás se derramó por el Gobierno republicano una sola gota de sangre, y su filantropía llegó a ser tanta que fue la ruina de la República... Ellos conocen ya los defectos del Gobierno que tenían sin olvidarse de la Libertad que disfrutaron. Maldicen la debilidad de sus antiguos gobernantes, pero conservan una memoria grata de su sistema
[3].

Por estos antecedentes, aconsejó al general Bolívar proceder con prudencia en su campaña libertadora de la Nueva Granada, evitando toda arbitrariedad, restableciendo los gobiernos provinciales “provisionalmente como estaban el año de 16, es paso que exige la necesidad de poner un gobierno, y ninguno es más justo que el que eligieron los mismos pueblos y al que se habían acostumbrado”.
No hay duda alguna: la independencia de 1810 es el acontecimiento fundador del estado nacional en la antigua jurisdicción del Nuevo Reino de Granada, tal como se ha conmemorado por muchas generaciones durante 197 años. Pero, dada la postura ambigua de la actual administración del Poder Ejecutivo, es preciso lanzar una iniciativa ciudadana, guiada por una agenda, para la conmemoración bicentenaria de la independencia nacional. Dos academias de historia y dos universidades públicas convocan a esta iniciativa ciudadana, puesta en manos de los profesionales de la historia que agrupan entre sus filas.

Agenda conmemorativa de contenido iberoamericano
Los estados nacionales normalmente establecen alianzas entre sí para realizar sus singulares destinos. La Comunidad Iberoamericana de Naciones es una propuesta política de alianza de los 22 estados que resultaron del proceso histórico que se puso en marcha en 1808 en los dominios de las antiguas monarquías de España y Portugal. Por compartir tres siglos de experiencia acontecida bajo los dominios de estas monarquías, portan similares tradiciones culturales que facilitan los diálogos y acuerdos para formar esta alianza, pero también las resistencias que oponen los cálculos políticos de sus dirigentes. Avances y retrocesos son entonces los movimientos del proceso histórico de esta propuesta política. En esta circunstancia, el quinquenio 2008-2012 será para todas las naciones iberoamericanas unos años de acciones conmemorativas. Como toda acción conduce la actividad humana hacia un efecto o una realización, las acciones conmemorativas deben conducir a unos efectos y a unas realizaciones bien calculadas. Este cálculo debe establecer con precisión los efectos o las realizaciones de cada acción conmemorativa.
Toda acción es una comunicación dirigida a los otros, y toda comunicación no solamente es una transmisión de una información sino la imposición de determinadas conductas. En consecuencia, todas las acciones conmemorativas de los bicentenarios son comunicaciones de significativo contenido historiográfico que imponen conductas. Desde la perspectiva del proyecto de una comunidad iberoamericana de naciones, las acciones conmemorativas del quinquenio 2008-2012 deben entenderse como comunicaciones dirigidas a imponer unas conductas y actitudes que en vez de ser simplemente nacionalistas sean también iberoamericanos, es decir, consciente y sentimentalmente encaminadas a facilitar una mayor integración iberoamericana. Hay que recordar que las cumbres de jefes de estado de Iberoamérica hicieron posible la SEGIB y la iniciativa de la Cátedra de historia de Iberoamérica. Durante los últimos seis años, varias sedes de la OEI (Madrid, Bogotá y Lima) realizaron efectivamente la iniciativa de la “Cátedra itinerante de historia de las independencias”, cuya producción está a la vista en la red de historiadores iberoamericanos que hizo posible el efecto de la reunión (Madrid, diciembre de 2007) de historiadores iberoamericanos en la SEGIB, y la realización de una colección de publicaciones de alta calidad historiográfica y didáctica. Los estados normalmente administran con algún grado de dificultad sus iniciativas nacionales, pero la iniciativa de la construcción de una comunidad iberoamericana de naciones enfrenta las mismas dificultades de los frustrados propósitos del Congreso Anfictiónico de Panamá (1826).
En cuanto que son comunicaciones, las acciones conmemorativas pueden clasificarse en comunicaciones para ser leídas, para ser vistas o para ser oídas. Con esta clasificación podemos incluir las siguientes comunicaciones en la siguiente agenda conmemorativa general:

Comunicaciones para ser leídas:
Los historiadores son los primeros convocados a escribir las mejores representaciones históricas que deben ser leídas durante el siguiente quinquenio por el público ilustrado y por los estudiantes de todos los niveles educativos. Para ello, las universidades, las academias y las fundaciones culturales deben estimular las investigaciones históricas dirigidas a la publicación y a la divulgación de las mejores realizaciones de los historiadores profesionales y de los estudiantes de nivel de postgrado. Entre las acciones que conducen a la producción de comunicaciones para ser leídas se proponen las siguientes:
-Programas editoriales: colecciones de historias temáticas del bicentenario, reediciones de documentos seleccionados y de textos emblemáticos, colecciones de biografías de personalidades, cronologías, textos para las escuelas primarias o secundarias, etc.
-Congresos nacionales e internacionales, foros y coloquios sobre los temas de la independencia y los retos del destino nacional, en los que los historiadores son obligados a leer las comunicaciones que hacen avanzar la ciencia de la historia.
-Cátedras itinerantes sobre los temas del bicentenario, abiertas a los profesores en ejercicio y a comunicadores, financiadas por fundaciones culturales iberoamericanas y sus contrapartidas nacionales.
-Diplomados en independencias abiertos a la ciudadanía.
-Organización, digitalización y edición de fuentes consultables desde internet. En Colombia, un ejemplo de esta acción es el proyecto Memorias y Horizontes que patrocina la Gobernación de Antioquia.
-Programas universitarios de investigación histórica dirigidos a la producción de nuevas comunicaciones escritas relacionadas con los temas de las independencias. Dada la experiencia ya acumulada, se siguiere que en adelante las investigaciones sobre el período de las independencias se organicen por años y períodos y para todo el conjunto o parte de Iberoamérica, pero no por países individuales.
-Pasantías de investigación en archivos para historiadores profesionales interesados en producir nuevas comunicaciones relacionadas con los procesos de independencia.
-Becas de estudios de postgrado (master y doctorado) ofrecidas a los historiadores para completar la escritura de nuevas obras relacionadas con las independencias.
-Premios de ensayo histórico abiertos a los historiadores y a los comunicadores.
-Redacción y edición de una revista iberoamericana de los bicentenarios.
-Compilación y edición de un Diccionario crítico de los procesos de la independencia.
-Compilación y edición de la poética de las independencias.

Comunicaciones para ser vistas:
-Representaciones teatrales. En el caso de Colombia, hay que representar obras de teatro patrióticas en grandes escenarios. Entre las primeras obras republicanas pueden mencionarse Las siguientes: La Pola (José Domínguez Roche, 1820), La conspiración de septiembre (José María Samper, 1856), La madre de Pausanias y Catón de Utica (Luis Vargas Tejada, 1828), Atala y Guatimoc (José Fernández Madrid, 1822).
-Fiestas populares
-Exposiciones de documentos, prensa e iconografía de la independencia
-Exposiciones de obras de arte y de iconografías de la independencia
-Documentales conmemorativos en DVD para distribución personal y por los canales de la televisión nacional.
-Página Web internacional del Bicentenario que remita a todas las páginas Web nacionales relacionadas con el tema.
-Colección y reedición de películas iberoamericanas, en formato DVD, cuya temática sea el proceso de independencia.
-Edición de una cartografía de los procesos de la independencia
-Compilación y edición de las pinturas de las independencias (personajes, batallas, etc.).

Comunicaciones para ser oídas:

-Conciertos en fechas conmemorativas seleccionadas.
-Series de relatos históricos transmitidos por las radiodifusoras y las televisiones nacionales.
-Reediciones en CD de compilaciones de a música de la época de las independencias y de las guerras civiles.

Origen de la iniciativa de las acciones
Las iniciativas de las acciones conmemorativas pueden ser estatales o ciudadanas. Las acciones conmemorativas son, en primera instancia, acciones nacionales, pues el contenido iberoamericano de ellas depende de unos pocos actores que comparten ese proyecto de largo plazo llamado la Comunidad Iberoamericana de Naciones: los ministerios de educación y cultura, los jefes de estado, los historiadores inscritos en redes iberoamericanas, la Organización de Estados Iberoamericanos y la Secretaría General Iberoamericana.
En algunos países como Chile, Argentina y México primarán las iniciativas estatales, dado que ya cuentan con comisiones nacionales del bicentenario respaldadas por los poderes ejecutivos y las legislaturas. Un buen ejemplo es el Congreso de los diputados mexicanos, que manifestó como es “una equivocación política dejar pasar desapercibida la conmemoración bicentenaria, pues ella da pie a que el espíritu patrio una voluntades, forme una nueva conciencia nacional, se nutra con los valores de la historia, abreve en los ejemplos de los hombres que han construido el andamiaje social, económico, cultural y ciertamente, político del país”. En estos países serán construidos nuevos parques del bicentenario, se emprenderá la realización de obras de restauración de inmuebles de valor histórico, se construirán monumentos conmemorativos y se ejecutarán trabajos archivísticos y de conservación de patrimonios nacionales.
En otros países como Colombia, Perú y Ecuador se impondrán las iniciativas ciudadanas. Un buen ejemplo es el caso de Colombia, dada la singular deformación histórica que el Departamento Nacional de Planeación (Plan de desarrollo Visión Colombia 2019) le impuso a la Administración Uribe. A regañadientes, el gobierno nacional se ha limitado a asignar a la viceministra de cultura la función de coordinación mínima de los actos públicos del 2010. Esta circunstancia obliga a las academias de historia y a las universidades colombianas a empeñar acciones desde la iniciativa ciudadana. Por ello, la primera acción es organizar una reunión ciudadana para lanzar el compromiso de conmemorar el bicentenario durante el año 2010 y para presentar una agenda nacional de acciones conmemorativas del bicentenario.
Esta iniciativa ciudadana es interesante, por cuanto el contenido del mensaje conmemorativo queda libre de las políticas que portan los sesgos ideológicos de un grupo de legisladores que gestionen alguna ley de conmemoración, o de grupos políticos enfrentados por el control de las funciones ejecutivas o legislativas. La iniciativa de la convocatoria de esta reunión proviene de la Universidad Industrial de Santander, que el 1º de marzo de 2008 conmemora sus 60 años de existencia, y se ha invitado a varias academias de historia y a la universidad que por su importancia nacional debe comprometerse con la conmemoración bicentenaria de la independencia: la Universidad Nacional de Colombia en sus sedes de Bogotá y Medellín.

Bucaramanga, 25 de febrero de 2008

Invitados especiales:
Santiago Díaz Piedrahita, presidente de la Academia Colombiana de Historia
Miriam Jimeno, delegada del rector general de la Universidad Nacional de Colombia
Óscar Almario García, vicerrector de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín
Ana Catalina Reyes, decana de la Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.
Jaime Alberto Camacho Pico, rector de la Universidad Industrial de Santander
Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de Historia de Santander

[1] Alocución del presidente de la Cámara de Representantes el día de su receso. Bogotá. 9 de agosto de 1823. En Gaceta de Colombia, 101 (21 septiembre 1823).

[2] Un ejemplo de esos despachos es el siguiente: “Quartel General de Santafé á 16 de Agosto de 1819 ─ 9º. SIMÓN BOLIVAR, Presidente de la República, Capitán General de los Exércitos de Venezuela y de la Nueva Granada, etc., etc. A los Ministros del Tesoro Público. Acabo de prevenir a la Casa de Moneda trasladar a ese Tesoro, con las formalidades del estilo, toda la moneda llamada vulgarmente la India que existe en ella, para ocurrir a las urgencias del Estado. Dios guarde a VVs. muchos años. Bolívar”.
[3] Discurso del diputado de Casanare, 12 de junio de 1819. En: Correo del Orinoco, no. 34 (24 de julio de 1819).

viernes, 22 de febrero de 2008

Convocatoria ciudadana a conmemorar el Bicentenario de la independencia

Colombia
Los rectores de las Universidades Industrial de Santander, Jaime Alberto Camacho Pico (izquierda) y Cooperativa de Colombia, seccional Bucaramanga, Alfonso Prieto García (derecha)

Colaboración enviada por el docente universitario, Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de historia de Santandeer.

El 20 de julio de 1910, el gobernador de Santander —Antonio Barrera— presidió en Bucaramanga los actos conmemorativos del primer centenario de la independencia nacional. Estuvo acompañado por un brillante grupo de secretarios de su gabinete departamental: Manuel Enrique Puyana y Emilio Pradilla en Gobierno, Rafael Quijano Gómez en la Dirección de la Instrucción Pública, Marcos Cadena y Félix Consuegra en Hacienda, Simón S. Harker y Daniel Martínez en la Tesorería. Tres de ellos integraron el primer Centro de Historia de Santander.
Las acciones conmemorativas comenzaron con el traslado de los restos óseos de los combatientes del campo de Palonegro al cementerio central. Una caravana de carros fúnebres tirados por caballos, escoltados por guardias de honor, se encargó de esta tarea. Los dos oradores del acto final, el general José María Ruiz y Emilio Pradilla, llamaron a la concordia bipartidista e insistieron en la insensatez de las guerras civiles. El joven poeta Carlos Torres leyó ante la concurrencia su Himno a la Paz, una composición de su autoría.
Las conmemoraciones en los colegios de la ciudad comenzaron desde el día 15 de julio. En el patio del Colegio de la Presentación fue puesta en escena una obra en tres actos titulada Recuerdos de la Patria y en la capilla del Colegio de San Pedro Claver pronunció un elocuente discurso patriótico el sacerdote jesuita Pinilla. Las ocho escuelas públicas se concentraron en el parque del Centenario para entonar cantos patrióticos, realizar ejercicios gimnásticos y recibir un recuerdo del centenario. El acto lírico-literario de los estudiantes fue puesto en escena en el patio del Colegio de San Pedro.
El 18 de julio, en el Parque de Romero, fue descubierto el obelisco de piedra que honra hasta hoy la memoria de los dos párrocos que más hicieron por Bucaramanga durante el primer siglo republicano: Juan Eloy Valenzuela (1786-1834) y Francisco Romero (1865-1874). Esa noche fue puesto en escena el acto lírico-literario ofrecido conjuntamente por la Escuela Normal de Institutoras y la Sociedad Pedagógica. El 19 de julio, un desfile ciudadano colocó una lápida de mármol conmemorativa en la casa donde nació Custodio García Rovira. En la tarde se abrió la exposición industrial y artística en el local del Centro de Industriales y Obreros, llevando la palabra Jaime Barrera Parra. En la noche desfiló el Regimiento Ricaurte por las principales calles, iluminadas por la Compañía Eléctrica con multitud de focos. Al filo de la medianoche sonaron al unísono las campanas, las sirenas, los cañones y los cohetes para anunciar el nacimiento del día del centenario.
El 20 de julio fueron izadas las banderas nacionales en todas las residencias del municipio. Una misa solemne fue oficiada en San Laureano a las 8 de la mañana. El desfile cívico, encabezado por una cabalgata y cuatro carros alegóricos, recorrió la calle 35 desde la plaza García Rovira hasta el parque del Centenario, donde la colonia siria regaló un kiosko para las retretas de la banda departamental, que en ese entonces dirigía el maestro Villalobos. En la noche, se ofreció en el Club del Comercio una fiesta lírica y literaria. Durante los cuatro días siguientes se realizaron los regocijos públicos: corridas de toros, juegos pirotécnicos y verbenas populares.
En su alocución central del 20 de julio de 1910, el gobernador comenzó diciendo que esta conmemoración era “impuesta por el decoro nacional” y que nada podría dispensar la ausencia del Departamento “en una fiesta en que con inusitada espontaneidad debe subir de todos los pechos colombianos un cántico de alegría y de gratitud”, pues se trataba del “punto de partida de nuestra transformación política”. Convocó a todos los santandereanos a la paz para que los caudillos posteriores del pueblo colombiano fuesen los que “en el campo del trabajo y de la industria claven los primeros la bandera de la concordia auténtica”.
Cien años después de esta decorosa conmemoración centenaria en todo el Departamento de Santander, nos aproximamos al 20 de julio de 2010, día de la conmemoración bicentenaria de la independencia nacional. Le corresponde a otro gobernador —Horacio Serpa Uribe— presidir en Bucaramanga los actos conmemorativos. Esta vez estará acompañado por su gabinete departamental, la Academia de Historia, las universidades del área metropolitana y la Cámara de Comercio de Bucaramanga. Como hace cien años, las acciones conmemorativas, sean estatales o ciudadanas, necesitan una junta coordinadora y una plataforma general de todas ellas. Esas acciones comprenden obras públicas y dotación de espacios, labores de ornato de los municipios, edición de textos históricos, instalación de monumentos, actos públicos solemnes, representaciones artísticas y teatrales, así como llamamientos a la unidad de la nación colombiana. Tal como afirmó el congreso de los diputados mexicanos al aprobar su ley de conmemoraciones del 2010, “es una equivocación política dejar pasar desapercibida la conmemoración bicentenaria, pues ella da pie a que el espíritu patrio una voluntades, forme una nueva conciencia nacional, se nutra con los valores de la historia, abreve en los ejemplos de los hombres que han construido el andamiaje social, económico, cultural y político del país”.
Es por ello que, desde la iniciativa ciudadana, los abajo firmantes convocamos a todos los ciudadanos de Santander, y a sus entidades asociativas e institucionales, a proponer y ejecutar acciones conmemorativas del Bicentenario de la independencia nacional en todos los municipios y entidades del Departamento. La gesta de construcción de la nación colombiana y el largo proceso de formación del estado tienen que ser recordados durante el año 2010 para iluminar el camino hacia la grandeza material y espiritual de la nueva generación de colombianos que ha llegado a este mundo a continuar nuestros esfuerzos. Esta conmemoración debe contar con nuestra iniciativa ciudadana.
Bucaramanga, 25 de febrero de 2008.
Jaime Alberto Camacho Pico, rector de la Universidad Industrial de Santander.
Santiago Díaz Piedrahita, presidente de la Academia Colombiana de Historia.
Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia de Historia de Santander.
Alberto Montoya Puyana, rector de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Juan Camilo Montoya Bozzi, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
Miguel José Pinilla Gutiérrez, rector de la Universidad Manuela Beltrán.
Alfonso Prieto García, rector de la Universidad Cooperativa de Colombia.
Fray Orlando Rueda Acevedo, O. P., rector de la Universidad Santo Tomás.
Rafael Serrano Sarmiento, rector de la Universidad de Santander.
Monseñor Primitivo Sierra Cano, rector de la Universidad Pontificia Bolivariana.

La Academia colombiana de historia se vincula a los 60 años de la UIS

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Presentación Plataforma de acciones conmemorativas del Bicentenario de la Independencia – INICIATIVA CIUDADANA
Lunes, 25 de febrero – 9:00 a.m. – Auditorio Luis A. Calvo

Como parte de las actividades programadas para celebrar el sexagésimo aniversario de vida institucional de la Universidad Industrial de Santander, la Academia Colombiana de Historia, la Academia de Historia de Santander, y las universidades Nacional de Colombia, sedes Bogotá y Medellín, e Industrial de Santander, han unido esfuerzos con el propósito de organizar una reunión ciudadana de alto nivel, orientada a presentar la plataforma de acciones conmemorativas del Bicentenario de la Independencia en el año 2010, y presentar la Agenda nacional de acciones que se ha previsto desarrollar para tal fin.

Así las cosas, con el propósito de recordar nuestra historia y los momentos claves que dieron origen al Grito de Independencia, las instituciones convocantes han considerado de vital importancia adelantar una serie de acciones de índole académico y cultural, orientadas a resaltar este próximo aniversario. Para ello, el día lunes 25 de febrero en el auditorio máximo de la UIS, contaremos con la presencia de connotados académicos, especialistas en el tema, quienes abordarán en sus intervenciones tópicos de vital interés:

Santiago Díaz, Presidente de la Academia Colombiana de Historia
Óscar Almario García. Vicerrector de la Universidad Nacional - Sede Medellín
Myriam Jimeno. Coordinadora de la Plataforma por parte de la Universidad Nacional
Ana Catalina Reyes. Decana de Ciencias Humanas, Universidad Nacional - Sede Medellín
Armando Martínez Garnica. Director de la Escuela de Historia UIS y Presidente de la Academia de Historia de Santander
Además, en desarrollo de esta importante actividad, se van a presentar cuatro (4) publicaciones de alta calidad historiográfica y didáctica, con las cuales se da inicio a la Colección editorial conmemorativa del Bicentenario.

Recital de piano con ALEXANDER MOUTOUZKINE
Lunes, 25 de febrero – 7:30 p.m. – Auditorio Luis A. Calvo
Con un bello repertorio, compuesto por obras de Bach, Bellini-Liszt, Fauré y Prokofiev, la sala de conciertos del auditorio Luis A. Calvo recibe a un joven virtuoso del piano: el ruso ALEXANDER MOUTOUZKINE; quien se integra a la selecta programación cultural que se ha organizado para conmemorar 60 años de existencia de la Universidad Industrial de Santander. Regresar a Inicio

jueves, 21 de febrero de 2008

DE ACADEMIA A ACADEMIA DE HISTORIA

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Desde Ocaña, Norte de Santander, hemos recibido las siguientes comunicaciones del presidente de la Academia de Historia de esa ciudad, nortesantandereana:
Academia de Historia de Ocaña dijo:
Muy interesante el blog. Espero se aumente su contenido para bien de las Academias de Historia del país.Cordialmente,Luis Eduardo Páez GarcíaPresidente Academia de Historia de ocaña
21 de febrero de 2008 9:14
Academia de Historia de Ocaña dijo...
Atento saludo:Con el fin de lograr acercar nuestras academias y contribuir con la historiografía del Gran Santander, invito a los honorables académicos de Santander, a colaborar con sus apreciaciones y artículos,y visitar nuestro Blog:http://academiaocana.blogspot.comCordialmente,Luis Eduardo Paéz GarcíaAcademia de Historia de Ocaña.
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miércoles, 11 de julio de 2007

Fallece ex presidente López de Colombia



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Alfonso López Michelsen, estadista, intelectual y ex presidente colombiano, falleció el día 11 víctima de un infarto en Bogotá y recibirá funerales de Estado en Colombia, donde es recordado como "el hombre que hacía pensar al país".
Los restos del ex gobernante (1974-1978), quien murió en la clínica de El Country, en el norte de Bogotá, la madrugada de hoy miércoles, serán velados en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional y sepultados en el cementerio Central de la ciudad. Durante su mandato, el abogado, intelectual y reconocido estadista reconcilió a las poblaciones campesina y urbana, enfrentadas durante años por la violencia entre "godos y cachiporros" , como se decía a los simpatizantes de los partidos Conservador y Liberal.
Abanderando su campaña política con el lema del "Mandato Claro", López trabajó para mejorar la situación de un 50 por ciento de población pobre que lo recuerda como uno de los pocos gobernantes que promovieron verdaderos cambios en el país. López Michelsen fue creador del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) que se opuso al Frente Nacional, sistema de gobierno impuesto por los dos grupos políticos que se alternaron la presidencia de la república por años. Como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Carlos Lleras, Alfonso López fue uno de los primeros políticos en el país en augurar la importancia de ampliar las buenas relaciones comerciales con Asia, específicamente con China. "El mercado chino puede brindarnos inmensas posibilidades en el siglo XXI", afirmó López en su momento. Alvaro Escallón, amigo del ex presidente y con quien visitó Beijing y Shanghai, lo recuerda como un fiel admirador de los postulados del líder chino Mao Zedong así como de la cultura e historia de los países asiáticos. "Viajamos mucho juntos, (López) leía y releía a Mao y era un gran admirador de la cultura China, país que visitó en varias oportunidades.
En 1960 y en 1970 se reunió con Mao", relató Escallón. La gestión internacional del "Mandato Claro" promovió un acuerdo que comprometió a Estados Unidos a devolver la soberanía del canal de Panamá. El político, que falleció a los 94 años, es considerado como uno de los hombres más brillantes e influyentes de Colombia y es recordado como "el hombre que hacía pensar al país cuando hablaba". En los últimos años, fiel a sus columnas en dos importantes periódicos del país, López promovió causas en favor de un intercambio de secuestrados en Colombia por rebeldes presos, y se opuso a la reelección del presidente Alvaro Uribe. "El gobierno no está buscando la libertad de esas personas sino el triunfo sobre las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)", dijo el estadista al hablar recientemente sobre la muerte de rehenes en manos de la guerrilla.
López enfrentó durante su mandato el levantamiento de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M 19) que luchaba por la igualdad y la reivindicación de una golpeada población campesina. El surgimiento de los cultivos de marihuana y la conformación de los primeros grupos de narcotraficantes de cocaína también ocurrieron en los tiempos de su administración, a la que llegó con un amplio margen de votación.
En el libro "Los elegidos", que fue llevado al cine, López Michelsen hizo una dura crítica a la clase dirigente del país, a la que él mismo perteneció al haber nacido en el seno de una familia cuyo padre fue dos veces presidente. López se graduó como abogado en Universidad del Rosario en Bogotá, y realizó un posgrado en la de Georgetown, en Estados Unidos. Se desempeñó como catedrático hasta 1952 en la Universidad Nacional, así como en la Libre y la del Rosario. De su esposa Cecilia López, a quien llamó cariñosamente "la niña Ceci", comentó que aceptó casarse con él cuando comenzó su carrera política como concejal en el municipio de Engativá (centro) en 1938. Aunque tuvo tres hijos varones, Juan Manuel, Alfonso y Felipe, el célebre político dijo que la vida le dio una hija que llevaría siempre en su corazón llamada "revolución". (Xinhua)12/07/2007

miércoles, 30 de mayo de 2007


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RESEÑA HISTÓRICA ESCUELA MILITAR DE CADETES "GENERAL JOSE MARIA CÓRDOBA"




Por: Rafael Antonio Alvarez Salcedo -Teniente Coronel (P.O.R.)


CONMEMORACION DE SU CENTENARIO 1907- 2007

Terminada la guerra de los mil días, el General Rafael Reyes Prieto, Presidente de la República, decidió crear definitivamente una Escuela Militar; el General Rafael Uribe Uribe y el Arzobispo Bernardo Herrera Restrepo, apoyaron y trabajaron arduamente en este plan que se concretó el primero de Junio de 1907, cuando, en cumplimiento del decreto 434 del primero de Mayo del mismo año se inauguró en los cuarteles de San Agustín de la capital . Posteriormente fue trasladada a los cuarteles de San Diego, donde actualmente funciona el Hotel Tequendama y hoy se encuentra en el barrio Rionegro en Bogotá.